En el entorno empresarial actual, la gestión de riesgos internos se ha convertido en una prioridad estratégica. Grandes compañías, especialmente aquellas con plantillas numerosas o procesos logísticos complejos, afrontan retos que van desde el absentismo hasta el hurto interno, pasando por conflictos laborales de alta sensibilidad.
En este contexto, la figura del detective privado habilitado se posiciona como un aliado legal y operativo de primer nivel para los departamentos de Recursos Humanos y Seguridad Corporativa.
La colaboración entre detectives privados y empresas está regulada por la Ley 5/2014 de Seguridad Privada, que establece las condiciones de legitimación, proporcionalidad e interés legítimo para cualquier investigación. Esto significa que:
Toda actuación requiere contrato formal.
El objeto de la investigación debe estar claramente vinculado con la actividad de la empresa.
Las pruebas obtenidas cumplen con las garantías necesarias para ser admitidas en sede judicial.
Esta base legal protege a la empresa frente a impugnaciones por vulneración de derechos fundamentales y asegura que cualquier actuación respete la privacidad de los trabajadores dentro de los límites establecidos por la ley.
Lejos de la imagen cinematográfica, el trabajo conjunto entre detectives y departamentos internos es metódico y coordinado. Algunas aplicaciones reales incluyen:
Verificación de incapacidades laborales con indicios de incompatibilidad
Identificación de conductas incompatibles con la baja médica.
Obtención de pruebas objetivas para sustentar decisiones disciplinarias o legales.
Control de absentismo injustificado
Documentación de patrones de conducta reiterados.
Apoyo a RRHH para la aplicación de medidas preventivas o correctivas.
Investigaciones internas sobre pérdidas o hurtos
Seguimientos discretos y monitorización de flujos logísticos.
Identificación de puntos vulnerables en procesos internos.
Cliente misterioso (Mystery Shopping)
Evaluación real del cumplimiento de protocolos y estándares de calidad.
Informes útiles para formación y mejora operativa.
Prevención antes que reacción: La intervención temprana reduce pérdidas y evita conflictos mayores.
Decisiones respaldadas por pruebas: Informes estructurados, cronológicos y con validez judicial.
Confidencialidad absoluta: Garantía de que la información sensible no trascienda fuera de los canales autorizados.
Ahorro de tiempo y recursos: RRHH y Seguridad pueden centrarse en su operativa principal mientras la investigación se desarrolla de forma externa y especializada.
Para que esta colaboración sea efectiva, es imprescindible construir una relación basada en la confianza y la transparencia. Esto implica:
Reuniones previas para definir alcance y objetivos.
Comunicación fluida durante la investigación.
Entrega de resultados claros y accionables.
En DSN Investigación Privada (RNSP 11755 – TIP 6617) hemos trabajado con empresas, mutuas y aseguradoras integrándonos en sus protocolos internos y adaptando nuestra metodología a sus necesidades concretas. Nuestro objetivo no es sustituir, sino reforzar la capacidad de RRHH y Seguridad para actuar con pruebas y dentro de la ley.
En un mercado donde la información precisa y legalmente obtenida marca la diferencia entre una decisión acertada y un litigio costoso, contar con un socio de investigación privado no es un lujo, es una inversión estratégica.